Al cuestionar a las personas sobre la crisis económica, sin importar si son directivos, mandos altos, medios o bajos es muy común escuchar que todos le están “ECHANDO GANAS”, lo que me ha puesto a pensar, echarle ganas… ¿sirve de algo?

En estos momentos de crisis económica todos tienen ganas de que les vaya bien, tienen ganas de aumentar sus ventas, tienen ganas de bajar sus gastos, en fin todos tenemos ganas de mejorar, toda la gente le está “echando ganas”; pero si todos le están echamos ganas, ¿por qué no le va bien a todas las empresas?

La respuesta es que echarle ganas ¡NO SIRVE PARA MUCHO! Lo que realmente funciona es TOMAR ACCIONES ACERTADAS y cuanto más acertadas sean estas acciones, más se notará la diferencia contra las personas y empresas que sólo le “echan ganas”.

Eso lo aprendí de manera personal con un negocio que no marchaba bien. Tenía todo para ser un gran éxito pero no terminaba de despegar, hasta que me di cuenta que estaba en la etapa de PARALISIS POR ANALISIS, es decir, tenía miedo de actuar y sólo le estaba “echando ganas” es decir, haciendo lo mismo de siempre y obteniendo los mismos malos resultados.

Desgraciadamente en estos momentos la mayoría de las empresas no hacen cosas nuevas y sólo se limitan a “echarle ganas”, lo que se traduce en dejar de invertir, reducir sus gastos (irónicamente lo primero que se recorta es la publicidad y mercadotecnia que es lo que más se necesita en una crisis) y posteriormente despiden personas.

El resultado de estas decisiones es muy conocido: te permiten sobrevivir la crisis pero de ninguna manera aprovecharla.

Aquí lo interesante reside en que una crisis sirve para dos cosas: mejorar o para empeorar; al sólo echarle ganas en vez de tomar acciones diferentes, la crisis se vuelve negativa y la situación se agrava. Es por ello que en las crisis, en lugar de echarle ganas debemos tomar acción, y estas acciones tienen que ser innovadoras en nuestro negocio.

Acciones importantes para una PYME

1. Haz una evaluación REAL Y OBJETIVA de la situación de la empresa. Analiza los hechos y datos duros. Nada de supuestos. Posteriormente, dedícate media hora todos los días a pensar cómo puedes mejorar la empresa. Invita al ejercicio a otras personas que puedan aportar ideas interesantes. Pueden ser tu socios, algunos de tus empleados o mejor aún algunos de tus clientes. No tengas miedo a preguntar: ¿cómo podemos mejorar como empresa? ¿Cómo podemos satisfacer mejor tus necesidades? La respuesta podría ser la clave.

2. Mejora los procesos productivos aunque esto signifique nuevas inversiones. Es importante hacer una adecuada evaluación de las inversiones, pero si te sirven para optimizar procesos, ahorrar materias primas o ahorrar energía, valen la pena. Ahorrar no necesariamente significa gastar menos, sino hacer más con menos recursos.

3. Busca aumentar las ventas, no sólo recortar gastos. En lugar de recortar tu presupuesto de mercadotecnia y publicidad, optimiza el presupuesto invirtiendo en medios rentables, es decir, medios en los que puedas comprobar que te atraen nuevos clientes a tu negocio. Recuerda, se trata de vender más, no de gastar menos (al menos en cuanto a publicidad se refiere).

En estos casos aplica lo que decía Robert L. Frost: en un bosque se bifurcaron dos caminos, y yo… Yo tomé el menos transitado. Al final de mi vida esto marcó la diferencia.

El camino más transitado es el camino de echarle ganas, el menos transitado es el de tomar acciones acertadas, así que la opción la tenemos cada quien en las manos.

Por ello, si aun no tienes presencia en el mundo digital es momento de incursionar en el mundo digital y vender tus productos mediante internet, y vende al mayor y menor en nuestras plataformas virtuales www.feriaweb.pe y www.mayoristas.feriaweb.pe

Autor: Roberto Espinosa

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